lunes, 4 de diciembre de 2017

NOCHE MADRILEÑA DE CINE Y EMOCIONES

Comienzo este post aún emocionada tras cuatro días...
Comencé la lectura de "La lección de August" en el verano, alentada por las RRSS y me lo acabé en dos mañanas...
En nuestro centro, hemos vivido de cerca con alumnas que padecen un síndrome parecido al de August, aunque no tan extremo, y sabemos de inclusión, aceptación y de querernos como somos.
Por eso, al empezar el curso, adquirimos ejemplares del libro para leer en la hora de lectura y nos zambullimos en el proyecto #WonderUni para ayudar a concienciar a esta sociedad en la que vive nuestro alumnado. Sociedad, a la que creemos que no se le ofrecen caminos para conocer a los otros por dentro para poder quererlos.
No ha hecho falta ningún tipo de motivación externa. "La lección de August" les enganchó desde cero, pero conocer su participación en un proyecto colaborativo y posteriormente la invitación al cine a ver el preestreno de Wonder les hizo sentirse realmente importantes.
Esta oportunidad de "noche de cine" aún sigue hablándose en los pasillos y recreos, donde siguen contando al resto de compañeros del cole momentos de la noche que los que los que no fueron escuchan atónitos.
Las familias aún manifiestan su gratitud y citan esta oportunidad como fundamental para sumergirse en el lenguaje audiovisual desde pequeños, siendo críticos con lo que ven, y no meros consumidores pasivos.
Nuestra "noche de cine" fue de inclusión, como lo es nuestro centro y debe ser la sociedad que queremos construir desde la escuela...
M, con discapacidad visual (entre otras) se puso en pie al acabar la proyección, aplaudiendo como si no hubiese mañana...y emocionado porque entre los créditos había visto varias veces su nombre...
N, no pudo acompañarnos por estar de nuevo sometiéndose a otra operación (parecida a esas que le hacían a August), pero estuvo presente entre todos nosotros. 
A, plenamente feliz, mostrando a todos nuestro poster promocional y seguramente, dedicando la "noche de cine" a su hermana... Y es que A, debió sentirse Via en cada momento de lectura y en cada momento de la proyección.
Solo podemos dar las gracias a diestro y siniestro... 



Acercar el cine a las aulas nos ayudará a crear mejores personas. El audiovisual es un lenguaje que no puede quedar fuera de las aulas.

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